La Fundación Arquitectura COAM continua con este ciclo con el que quiere poner de manifiesto la importancia que el patrimonio arquitectónico contemporáneo, tiene para la sociedad del S. XXI, la necesidad de su reconocimiento social y de su mantenimiento y conservación.
Esta segunda conferencia está dedicada a Francisco Sáenz de Oiza (1918-2000), autor del edificio Torres Blancas, la Torre-Triana en Sevilla y la Universidad pública de Navarra entre otras.
Francisco Sáenz de Oiza (1918-2000), arquitecto y maestro imprescindible de la arquitectura española del siglo XX. Maestro de maestros, Oiza dejó en las aulas la esencia de su pensamiento. Nació en Cáseda (Navarra), en 1918. Se licenció en Arquitectura en 1946 por la Escuela de Arquitectura de Madrid y se doctoró en 1965. Amplió posteriormente sus estudios en EEUU con una beca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. A su regreso, en 1949 comenzó a trabajar en la Escuela de Arquitectura de Madrid, a la que estuvo ligado hasta su jubilación en 1985, primero como profesor de proyectos arquitectónicos, después como catedrático y director de la misma. Premio Nacional de Arquitectura (1946, 1954) . Compaginó durante toda su vida el ejercicio de la arquitectura con su labor docente, generando nuevas líneas de pensamiento y abriendo múltiples caminos para muchos arquitectos.
Es considerado un maestro para muchos arquitectos, que elevó la arquitectura española del siglo XX a una concepción más contemporánea y europea.
Su obra viene marcada prácticamente por décadas, ya que la respuesta del arquitecto viene totalmente arraigada el contexto. No obstante, hay invariantes comunes: modernidad, rotundidad, materialidad y sensibilidad.
En su primera etapa, desarrolla múltiples proyectos de vivienda social que responden a las necesidades de posguerra. Posteriormente con Torres Blancas dará el salto internacional, con una arquitectura rotunda y organicista. Con el proyecto de la Torre del Banco Bilbao dotará a Madrid del mejor ejemplo de arquitectura contemporánea con innovaciones tecnológicas en fachada y estructura, abriendo nuevos caminos en la tipología de torre en altura. En su última etapa, abordó proyectos más institucionales que abordaban el proyecto desde un punto de vista urbanístico y social.
“La arquitectura tiene muchas posibilidades de construir un mundo mejor, de ayudar al hombre a construir un mundo mejor”.