Un 23 de abril de 1935 se inauguró en Madrid el Mercado Central de Frutas y Verduras, un edificio único e innovador , obra de Francisco Javier Ferrero y Alfonso Peña Boeuf. Después de su progresivo abandono en la década de los ochenta, este espacio increíble ha sobrevivido milagrosamente décadas sin uso en una ciudad cada vez más especulativa que ha intentado convertirlo en intercambiador de transporte, centro comercial o “espacio gourmet y spa”.