La exposición “Arcadi Blasco. Art, arquitectura i memòria (1954-1974)” en el MUA, es el resultado del propósito por conocer mejor y difundir la obra artística que el joven Blasco aplicó o integró en numerosos templos y edificios civiles en colaboración con varios arquitectos durante ese periodo. Es decir, un Arcadio antes de Arcadio como autor de vidrieras, mosaicos y murales cerámicos. Un artista de arquitectos –y no para una clientela privada– con una producción quizás alejada de la estricta reflexión creadora que le permitió, no obstante, el trasvase de hallazgos desde su obra mural y artesanal a la destinada a una galería de arte. Y a la inversa.
La muestra se ha estructurado en cuatro secciones. En primer lugar, un recorrido introductorio por un interesante y heterogéneo conjunto de iglesias, desde Tánger a Badajoz, que nos permite corroborar cómo el arte sacro contemporáneo, inscrito en las nuevas tendencias modernizadoras propugnadas por la Iglesia en Europa y también en España, supuso la introducción del arte de vanguardia por parte de unos jóvenes que sorprendieron por su bocanada de aire fresco en la novedosa arquitectura en que se integraba, con gran libertad en ocasiones, aunque no siempre gozaron de la comprensión de párrocos y fieles.
En segundo lugar, quizás el núcleo con mayores sorpresas pues en muchos casos se trata de obras inéditas, se muestra la intensa colaboración de Arcadio con el Instituto Nacional de Colonización (INC) que le permitió en un periodo de poco más de diez años trabajar con un buen número de arquitectos en un total de veinticuatro iglesias dispersas por Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, algunas de gran calidad dentro de su austeridad, en las que también combinó su figuración personal con la plena abstracción.
Un tercer apartado corresponde a la fructífera relación entre Blasco y Luis Cubillo, plasmada en varias iglesias madrileñas, como la de Nª Sª del Tránsito y la de San Fernando, así como el Seminario Mater Dei de Castellón. Si lo habitual en la construcción de los nuevos templos era la subordinación del artista al arquitecto, en el caso de Cubillo y Blasco se dio una absoluta libertad y compenetración. A pesar de sus diferencias religiosas o políticas, ambos compartieron una visión vanguardista de sus respectivos oficios.
Finalmente, hay un espacio dedicado a su participación en proyectos destinados a obra civil relacionados con el incipiente desarrollo económico desde finales de los cincuenta, como murales en nuevas viviendas, revestimientos cerámicos de todo tipo de edificios, en Madrid y Barcelona, centros oficiales y educativos, vidrieras para edificios de empresas…, incluso intervenciones para pabellones ligados a la imagen de España en el exterior, si bien muchas de estas obras ya no existen o necesitan algún tipo de restauración.
Esta exposición, con su catálogo, talleres didácticos y actividades paralelas, no habría sido posible sin el gran equipo del MUA. Hay que destacar también la colaboración especial de Sara Blasco Perujo y Luis Cubillo Cubillo, por su continuo apoyo, localización y préstamo de materiales; y de Mariló Berenguer Ros, tan implicada en el proceso de filmación durante varios meses en diferentes ciudades y pueblos. Igualmente agradecemos el apoyo de los responsables de las iglesias y edificios visitados. Finalmente, ha sido fundamental la tarea investigadora de los profesores Jesús García Herrero, Miguel Centellas Soler y Moisés Bazán de Huerta.
JOSÉ PIQUERAS MORENO
COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN
Campus de la Universidad de Alicante
Carretera de San Vicente del Raspeig s/n
03690 San Vicente del Raspeig. Alicante. España